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jueves, 7 de marzo de 2013

Jugo de Carambolo y Museo del Oro

El Carambolo (también llamado, Carambola) es una fruta con una forma muy característica, es como una estrella. Se puede tomar en jugo o no. Es rica en agua y pobre en calorías, tiene vitaminas A y C y propiedades laxantes... El contenido mineral que destaca en el Carambolo es el potasio: importante para el impulso nervioso, para una actividad muscular normal y, además, es el encargado de la hidratación y regulación celular.

Este Carambolo está un poco verde... cuando están maduros, su piel es amarilla

El fin de semana estuve visitando el Museo del Oro, en el que se muestran la historia del oro y otros metales en las sociedades prehispánicas que ocupaban la actual Colombia. Es decir, piezas de oro que los conquistadores no lograron llevarse... 
La colección comenzó en 1940 y con ella poco a poco los gobiernos empezaron a legislar para proteger el gran tesoro arqueológico que guarda el país, para evitar el expolio y la venta ilegal de estos tesoros. El Museo actual fue remodelado en 2008 y está muy bien puesto, iluminado y explicado.
Pasear por las salas te permite admirar más de treinta y cuatro mil piezas de oro y tumbaga, (nombre que los españoles le dieron a la aleación de oro y cobre que fabricaban los orfebres indígenas), numerosos objetos de cerámica, piedra o instrumentos musicales que están distribuidos en los 4 pisos del edificio. La visita comienza con la sala donde explican el trabajo de los metales; resulta increíble la habilidad y destreza que tenían los orfebres de hace más de 2500 años, utilizando los materiales que encontraban en la naturaleza y, desde luego, tenían mucha imaginación.
A continuación, la sala "La gente y el oro en la Colombia Prehispánica" te lleva a conocer las diferentes culturas indígenas que poblaban todo el país, desde los Andes hasta las poblaciones costeras del Pacífico y del Caribe. En muchos casos, a pesar de la lejanía de los pueblos, tenían unas técnicas muy similares de trabajar el metal o coincidían en los elementos decorativos.

Máscara de hechicero

En el tercer piso, (en España, sería el segundo, pero es que aquí a la planta baja se le considera como "piso 1"), está la sala blindada y según dicen, los objetos más valiosos, aunque a mí me lo parecieron todos.  "Cosmología y Simbolismo" es el nombre que han dado a este espacio, aquí los objetos son realmente curiosos muchos ligados a las prácticas de los chamanes de las tribus, figuras de indescifrable significado y cargadas de gran simbología . En muchos casos, las explicaciones que ofrecen en la visita guardan relación con lo que los indígenas, que habitan actualmente esas zonas y que mantienen gran parte del legado de sus antepasados, han contado a los historiadores.
Para finalizar la visita a esta planta, hay una sala cerrada, en penumbra donde se recrea el vuelo chamánico, el sentido religioso indígena de conexión entre el cielo y la tierra. En el centro de la habitación, hay una Balsa Muisca que simboliza la ceremonia del Dorado, con la ofrenda que realizaba el chamán o el cacique para promover el equilibrio del mundo.
En el último piso del Museo está el "Exploratorio", un espacio didáctico con proyecciones audiovisuales, maquetas y un mapa enorme de Colombia a modo de alfombra. En él descubrí un par de localidades llamadas Zaragoza, (una de ellas en el río Amazonas), una Pamplona, Roncesvalles, Madrid...
Los conquistadores españoles se debían de quedar sin aliento al ver a los habitantes de este país con tantas joyas y adornos dorados, la avaricia y codicia manchó ese oro con la sangre de matanzas y exterminios e imagino que de lo que enviaban a la Corte, un buen porcentaje se quedaría en sus bolsillos. La búsqueda del Dorado es un ejemplo de cómo el oro les tenía obsesionados y más cuando veían episodios como este:
"En aquella laguna de Guatavita se hacía una gran balsa de juncos y aderezábanla lo más vistoso que podían...A este tiempo estaba toda la laguna coronada de indios y encendida por toda la circunferencia, los indios e indias todos coronados de oro, plumas y chagualas... Desnudaban al heredero (...) y lo untaban con una liga pegajosa, y rociaban todo con oro en polvo, de manera que iba todo cubierto de ese metal. Metíanlo en la balsa, en la cual iba parado, y a los pies le ponían un gran montón de oro y esmeraldas para que ofreciese a su dios. Entraban con él en la barca cuatro caciques, los más principales, aderezados de plumería, coronas, brazaletes, chagualas y orejeras de oro, y también desnudos... Hacía el indio dorado su ofrecimiento echando todo el oro y esmeraldas que llevaba a los pies en medio de la laguna, seguíanse luego los demás caciques que le acompañaban. Concluida la ceremonia batían las banderas... Y partiendo la balsa a la tierra comenzaba la grita... Con corros de bailes y danzas a su modo. Con la cual ceremonia quedaba reconocido el nuevo electo por señor y príncipe". Juan Rodríguez Freyle (1636)

La Balsa Muisca, 700 aC(aprox), representa el acto de
investidura de  los jefes muiscas en Guatavita

En la laguna de Guatavita todavía se pueden apreciar los intentos de los españoles, a finales del s.XVI, por drenarla y hacerse con las riquezas que guardaba en el interior.

La conquista y la búsqueda de El Dorado no acabó con la independencia de Colombia, en 1819. La explotación minera por multinacionales canadienses e inglesas, es un tema de máxima actualidad, y cuentan con todos los beneplácitos del gobierno a pesar de que supongan gran impacto medioambiental, acabar con miles de especies endémicas o echar de sus territorios a los indígenas, a veces, también eliminarlos.
Esta semana aparecía un artículo en prensa sobre la decisión del Ministerio de Minas y Energía de no conceder (de momento) la denominación de "Ramsar", (espacio blindado de actividades como la minería), a la zona Estrella Fluvial de Inírida, al este del país. Desde el año 2004, WWF, la Corporación Autónoma para el Desarrollo Sostenible del Norte y Oriete Amazónico y las comunidades indígenas empezaron a reivindicar la declaración de la zona como sitio Ramsar, en la que sólo estuvieran permitidas las actividades de conservación del ecosistema. Las razones eran que en la Estrella Fluvial se producen las uniones de los ríos Inírida y Guaviare y Atabapo y Alto Orinoco, hay un importantísimo sistema de humedales  y 15 comunidades indígenas, que actualmente están amenazadas por la minería ilegal. 
La zona cuenta con 253 mil has. y cumplía con todos los requisitos para la declaración, pero es un área muy rica: tiene oro, platino, fósforo, carbón metalúrgico y... ¡coltán! Así que el Ministerio piensa más en el potencial minero que en el Ramsar. Y es que Colombia es un país minero, por ejemplo, aquí está la mina a cielo abierto más grande del mundo, en Cerrejón, con una extensión de 69.900 has. 
Todavía desconozco mucho del país y de las explotaciones mineras, aun así me atrevo a criticar estas actividades que continúan con la exterminación de pueblos indígenas, sus culturas y del medio ambiente, con el apoyo de la legislación del propio país.

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